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Disfrutar de una copa de vino es todo un arte. Seamos aficionados o expertos en la materia, en alguna ocasión habremos escuchado la expresión “Hay que dejarlo respirar”. Esta afirmación es totalmente cierta y de sentido común. La pregunta es, ¿cómo hay que airear u oxigenar el vino?
El vino pasa mucho tiempo encerrado en una botella y es precisamente el contacto con el aire el que hace que las moléculas del vino expresen sus aromas.
La realidad es que el vino no interacciona con el oxígeno cuando está dentro de la
botella, lo hace a partir del momento en que se sirve en la copa. Para oxigenar el vino
podemos decantar en un recipiente de cristal u oxigenarlo con un aireador.
Lo malo de los decantadores es que si no consumes todo el vino, tarda menos tiempo en oxidarse y echarse a perder, por eso nuestro producto favorito es el aireador, que nos permite oxigenar el vino al instante y solo la cantidad que vamos a consumir.
En Koala tenemos 2 tipos de aireadores de vino que aplican el principio de Bernouilli, que afirma que cuando la velocidad de un líquido en movimiento se incrementa, la presión en el fluido disminuye y como consecuencia surge la oxigenación inmediata del vino.
El aireador de vino regulable para botella, se acopla directamente a la boca de la botella como un tapón. Su funcionamiento es muy sencillo ya que simplemente hay que abrir el orificio de aireación y servir el vino directamente en la copa. En el caso de que queramos servir el vino sin airearlo, simplemente tenemos que cerrar el orificio y podemos utilizar el producto como vertedor.
El aireador de vino de mano Barrel Air tiene un diseño inspirado en los barriles de vino e
incluye un filtro extraíble de acero inoxidable, perfecto para retener los sedimentos de los vinos más viejos o si ha ocurrido cualquier percance con el corcho de la botella.
Ambos aireadores están hechos en material acrílico transparente de alta calidad. El uso de un aireador ayudará al vino a suavizar sus taninos y a alcanzar lo mejor de su capacidad de manera inmediata, lo que constituye su gran punto fuerte.
¡No es necesario esperar más para disfrutar de un vino perfectamente aireado!